Aditivos para proceso de electrodeposición zinc-níquel. Alcoholes y sacarina, aditivos para el electrodepósito de zinc-niquel en piezas metálicas
Aditivos para proceso de electrodeposición zinc-níquel. Los recubrimientos de zinc-níquel se emplean por sus características. En el caso en que se requiera un material con propiedades particulares como buena soldabilidad, dureza o resistencia contra la corrosión. En general, para reemplazar los recubrimientos de cadmio por su toxicidad o los de zinc para mejorar la resistencia a la corrosión. Las aleaciones de zinc – níquel tienen fundamental importancia tecnológica para la industria automotriz y de electrodomésticos.
El efecto de los aditivos contenidos en la solución de electrodeposición (baño), en las propiedades físicas y mecánicas de los recubrimientos metálicos. Es importante la concentración de los componentes de la aleación por lo que se estudió cuál era el efecto en el contenido de níquel de las variables del proceso.
Los estudios arrojan que los valores del contenido de níquel, varían cuando se utilizan aditivos o mezclas de alcholes como el el butinodiol o la sacarina. Esta última también se emplea para dar un sabor dulce a los alimentos comúnmente se conoce por las marcas splenda y sweet and low.
Cualidades de los aditivos
El valor óptimo de concentración de aditivo en cada caso es aquel en el cual es mayor el contenido de níquel en el depósito. Debido a que la cantidad de este metal es proporcional a la calidad del recubrimiento.
Aditivos para proceso de electrodeposición zinc-níquel. Una de las principales funciones de los aditivos es la de producir un refinamiento de grano. A menor tamaño posible, lo que hace que el electrodepósito sea más brillante.
En este caso la sacarina incide principalmente en el aspecto en cuanto al brillo de los depósitos. Por otro lado el desempeño contra la corrosión es mejor para el caso en que los depósitos son de grano más fino.
Las muestras de zinc – níquel con aditivo resiste casi el doble de tiempo en cámara de humedad que las muestras que solo tienen recubrimiento de zinc. Las muestras con zinc – níquel con aditivo duraron aproximadamente 100 hs más que las muestras con un recubrimiento sin aditivos.
En el caso del recubrimiento de zinc-níquel debe tenerse en cuenta la ventaja que tiene este recubrimiento ya dura igual y no tiene cromo hexavalente, debido a que dicha sustancia afecta gravemente a la salud y al ambiente.
Los aditivos influyen en el contenido de níquel en los depósitos, además cambian la microestructura y la morfología de los mismos. Promoviendo el refinamiento de grano, y por ende la obtención de recubrimientos más brillantes.
Es muy importante seguir estudiando nuevos aditivos y métodos para mejorar los procesos de recubrimientos electrolíticos buscando la película más resistente, que cumpla con con las características pedidas por el consumidor.