Generalidades del zinc-níquel, una comparación con el zinc común

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Generalidades del zinc-níquel, una comparación con el zinc común

Zinc-níquel. Debido a su alta protección contra la corrosión, el recubrimiento zinc-níquel se emplea en diversos sectores industriales. La aleación ofrece una resistencia elevada, puede alcanzar más de 250 horas hasta la primera corrosión blanca y más de 1,000 horas hasta la primera corrosión roja. Sectores como el automotriz y aeronáutico lo requieren en mayor demanda. El zinc-níquel tiene un futuro prometedor y pretende sustituir al cadmio. 

Zinc-níquel. La mayoría de los sistemas de zinc-níquel disponibles producen un depósito de aleación similar, con un rango de aleación promedio de 12 a 15% en contenido de níquel. La aleación produce un depósito brillante y dúctil, con un espesor uniforme. 

Como se había comentado, este recubrimiento tiene mayor resistencia, los depósitos de zinc-níquel poseen una dureza cinco veces mayor a los revestimientos convencionales de zinc. Lo hace ideal para piezas que requieren mayor manejo y ensamble, asegurando la calidad del depósito. 

Zinc-níquel. Además de la resistencia mecánica y a la corrosión, el zinc-níquel puede resistir temperaturas superiores a los 200 °C durante cuatro horas. También puede soportar 800 horas de protección contra spray de sal neutra hasta el primer óxido rojo. 

El zinc-níquel alcalino se emplea más que el ácido, debido a su uniformidad, ductilidad y sus propiedades que recubren hasta las geometrías más complejas. Tener una ductilidad superior en el depósito ayuda a minimizar el agrietamiento, por lo que comúnmente se emplea zinc-níquel en piezas se someten a operaciones de doblado o prensado. 

Zinc-níquel.

En su contrario el  zinc-níquel ácido se emplea sobre piezas fundidas y otros componentes de acero con alto contenido de carbono y tratados térmicamente. Además, el zinc-níquel ácido ofrece mayores velocidades de galvanoplastia debido a su alta eficiencia. Se considera un recubrimiento flexible ya que en un amplio rango de densidades de corriente podemos obtener un revestimiento con gran calidad y resistencia. 

Zinc-níquel. La dureza y la protección contra la corrosión que poseen los recubrimientos  zinc-níquel hace que el depósito sea ideal para elementos de sujeción o para componentes que requieren mayor manejo o ensamblaje. En contraste con el zincado común, el zinc-níquel tiene una fuerza 5 veces mayor. 

Gracias a sus cualidades estrella, el recubrimiento zinc-níquel va tomando cada vez más fuerza y se está posicionando en el recubrimiento favorito de diversos sectores industriales. 

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