Producción de acero sin emisiones. La fabricación de acero es una de las principales fuentes industriales de gases de efecto invernadero en el mundo. La producción mundial de acero actualmente totaliza alrededor de 1.500 millones de toneladas por año. El proceso predominante produce acero a partir de mineral de hierro, que es principalmente óxido de hierro, calentándolo con carbono;
El proceso forma dióxido de carbono como subproducto. La producción de una tonelada de acero genera casi dos toneladas de emisiones de CO2. Según las cifras de la industria del acero, esto representan el 5 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Por lo que se han hecho investigaciones sobre el progreso de materiales más amigables con el ambiente.
Científicos del Massachusets Institute of Techonology (MIT) han desarrollado un nuevo proceso de producción de acero que podría cambiar la industria de los materiales. El nuevo proceso incluso incluye otros beneficios a parte de no generar mucho CO2. El acero resultante debería ser de mayor pureza y más barato una vez que el proceso se amplíe.
Producción de acero verde
La idea del nuevo método, surgió cuando un profesor del MIT recibió una subvención de la NASA para buscar formas de producir oxígeno en la luna, un paso clave hacia futuras bases lunares. Sadoway descubrió que un proceso llamado electrólisis de óxido fundido podría usar óxido de hierro del suelo lunar para producir oxígeno en abundancia, sin una química especial.
Probó el proceso utilizando tierra similar a la luna del Cráter Meteor en Arizona. Que contiene óxido de hierro de un impacto de asteroide hace miles de años, y descubrió que producía acero como subproducto. El método de Sadoway utilizaba un ánodo de iridio, pero dado que el iridio es costoso y los suministros son limitados. Ese no es un enfoque viable para la producción de acero a granel en la Tierra.
Pero después de más investigaciones y aportes de Allanore, el equipo del MIT identificó una aleación de metal económica que puede reemplazar el ánodo de iridio. El proceso se basa en la Electrólisis de Óxido Fundido ( MOE ), que es una técnica que permite la producción directa de metal en estado líquido a partir de la utilización del óxido de hierro como materia prima.
Anodo para la electrólisis de óxido fundido
El nuevo ánodo, formado por aleaciones en base de cromo y hierro, se ha descubierto estable debido a la formación de una aleación sólida muy fina de Cromo III y óxidos de aluminio en la superficie que permite la conducción eléctrica y evita a su vez el ataque del oxígeno.
La propuesta es muy interesante ya que permite su adaptación para la producción de otros metales con ventajas similares a las encontradas para el acero.
Dentro de las cualidades de este proceso podemos encontrar que tiene un consumo energético menor, produce un acero de mayor calidad que el convencional, la única emisión asociada es la producción de oxígeno. Que posteriormente puede ser empleada para otras aplicaciones y es viable económicamente incluso para plantas a pequeña y mediana escala.
Este proceso por electrólisis de óxido fundido también podría adaptarse a la producción de metales y aleaciones sin carbono, incluidos el níquel, el titanio y el ferromanganeso, con ventajas similares a las ya mencionadas.
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